


¡¡¡Lo terminé¡¡¡
esto es la manteleta y el delantal que le he bordado a mi queridisima hija María para su traje de valenciana del siglo XVIII.
Está bordado a punto de cadeneta y el diseño es de un pañuelo de cuello de mujer del mismo siglo que rondaba por mi casa.
Mi madre decía que era el pañuelo de bautismo del abuelo Luis. que está bordado en blanco.
Cuando se lo enseñé a mi amiga Clara que es indumentarista, yo sin darle importancia, por poco me mata, ya que lo llevaba en una bolsa de plástico, y cuando lo vio, sacó varios libros y la lupa, ya que sin ella no se ve que punto es, y puso el grito en el cielo. ¿Tu sabes lo que tienes? ¿como te atreves a llevarlo así, hecho un guiñapo?, y yo que no sabía de que iba la cosa, le conté lo que mi madre me había contado.
-Pues no señora-, es un pañuelo autentico del siglo XVIII, nada de bautismo.
Bueno, pues mi hija al ver el valor que tiene, no se lo ha querido poner, porque ella dice que las fallas las quiere disfrutar y no estar pendiente del traje al igual que la mantilla de mi abuela bordada a mano en Granada. Así es que ya me tienes copiando el diseño, y bordando para que la niña lo pueda lucir estas fallas sin temor a engancharlo o romperlo. Al igual que la mantilla que le tuve que comprar otra mas sencilla, para que pudiera disfrutar.
Porque según dice ella, las Fallas son para vivirlas y no para exponerlas.
Yo no se a quien a salido, a mi no me matan las fallas, he sido fallera en Valencia por no morirme sin saber que es eso, y mi marido es de Albacete, y tampoco le hace verdadera ilusión ser fallero.
En mi familia nadie lo ha sido y en la familia de Jesús, menos. Mi hijo Luis ha sido unos años, hasta que lo dejé salir solo, pero tampoco le gustan, y sin embargo a María, desde bien pequeña, ha sido fallera, y hoy en día sigue siendo fallera aunque su marido no lo es.
Espero que os guste.
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