
Hola niñas, como siempre, tarde, pero no quiero dejar pasar la oportunidad para hablaros un poco de la escritura que yo con mis años he conocido, mejor dicho no la escritura, que si no alguna mal pensada creerá que empecé con las Cuevas de Altamira, no. Ni tampoco con los jeroglíficos egipcios. no seáis malas, malísimas.
Tampoco usé las plumas de aves para escribir,


Las plumillas que es en la foto la parte de abajo, se colocaban en el palillero, se mojaba en el tintero y a

Os podeis imaginar los gotazos de tinta en la libreta, en el babi, en las manos y hasta en la cara. Con 8 años no se podía pedir mucho mas.
Después de ese desaguisado, salieron unos tinteros como el de la imagen, que eran de plástico y dentro tenían una esponja, para que si se volcaban, no se derramase toda la tinta, lo que las madres agradecieron mucho, pero seguíamos con los palilleros y las plumillas, que si caían al suelo se despuntaban y no había forma de arreglarlas, ala a la papelera y otra nueva.
Ya habían bolígrafos, pero las monjas se empeñaban en que la escritura debía ser con tinta, así que pasé a usar la pluma Parker que me compró mi padre, menos mal que entonces habían recambios de la parte trasera, porque no os quiero decir las que rompí, así que a veces las llevaba la mitas de cada color, pero seguíamos con los tinteros, porque las plumas eran recargables, y seguíamos con las manchas de tinta.
Hasta que por fin, las Dominicas se dieron por vencidas y empecé a usar los bolis, que seguíamos mordiendo y a veces se salia la tinta y esa era peor, porque no se quitaba con nada. Así que las madres pobres sufridoras a lavar y lavar.
Bueno a lo que iba, que se me ha ido el santo al cielo.
Estos dos tinteros, son de mi casa, el cuadrado era de mi suegro y es como podéis ver vidrio tallado con tapa dorada y el otro es el que gastaba mi marido en su cole, que además tiene unas endiduras para dejar los palilleros y no manchar la mesa o el pupitre. ¿Os gustan? trapera que es una y mi marido más.
Y despues de esta leccion de historia anigua, se despide de Ustedes su segura servidora que estrecha sus manos.
Eva